viernes, 12 de junio de 2020




                                EL COMIENZO DE TODO

Cómo pasó el tiempo y pensar que hace 6 meses atrás, esperaba con ansias el domingo 16 de junio para viajar a Brasil, se celebraba la Copa América y siempre soñé en conocer ese bello país,, en especial Río de Janeiro. Tuve la oportunidad de estar acreditado por el diario en el cual trabajo para poder cubrir los partidos de Perú, en otro momento escribiré sobre los lugares que conocí y anécdotas en esta bella ciudad, ahora me centraré en la verdadera razón de este texto. Para ello me remonto al día martes 18 de junio, fecha en al que con mis amigos que viajamos a Brasil decidimos tomar un tour para conocer Isla Grande, un bello atractivo turístico a unas 2 horas de viaje en bus desde Río. El día anterior habíamos bebido muchas cervezas celebrando nuestra llegada a esta bella ciudad, nos juntamos con argentinos y uruguayos, y luego la continuamos en el departamento que alquilamos en el barrio de Flamengo. Nos quedamos dormidos y perdimos el tour que estaba pactado para las 7 de la mañana. Ya casi desanimados porque iba ser un día perdido para hacer tour, mi amigo Jhonny llamó a otra agencia para poder salir a conocer y nos citaron a las 9, salimos raudos y con lo que teníamos a la mano para no llegar tarde. Cuando arribamos al punto pactado, nos recogió la guía (una señora de aspecto muy peculiar) subimos al bus (éramos los últimos en llegar, para variar…) y nos fuimos rumbo a la aventura. En el camino hizo su aparición el personaje principal de este relato, sí aquella chica que me robó el corazón. Mientras la guía nos contaba la historia de la ciudad, aquella bella dama, no dudó en pararse para estirarse (eso fue lo que me contó luego…) y la guía la invitó a tomar asiento, para que no le robe el show, desde ese momento ella ya empezaba a robarme algo… muchas risas.
Llegamos a nuestro punto de embarque, pues abordaríamos una embarcación marina rumbo a Isla Grande, esta embarcación era completita, tenía bar, restaurante, música en vivo, me encantó. Nosotros nos pedimos nuestro balde de cervezas Brahma bien heladitas para aplacar la sed. De pronto empezó el show, y poco a poco los demás que estaban en el barco, se animaban a mover el cuerpo al ritmo de las pegajosas canciones. Nosotros nos animamos a salir a la pista a bailar, contagiados por el ritmo. Llegó nuestra primera parada, todos al agua a nadar, nos dijo la guía, yo que nado en piscina, pero no en mar abierto, llevé mi chaleco para no perderme ninguna diversión en el viaje. Así que me metí al agua a disfrutar del mar y el bello paisaje del lugar (mi amigo Jhonny no quiso meterse al mar, a pesar que le quería prestar mi chaleco). Cuando salí del agua y subí por las escaleras al barco, me percaté que había una señorita que tenía ganas de entrar al agua pero no lo hacía… decidí hablarle, y le pregunté por qué no se metía, ella me respondió que no sabía nadar, yo le dije, eso no es problema, te presto mi chaleco, no puede ser que vengas hasta acá y no disfrutes del mar, ella dudando me insistía que le daba miedo entrar, yo insistí, hasta que logré convencerla, le puse el chaleco amablemente y me encargué que esté bien segura, al ingresar hasta le dije que adentro estaba mi amigo que sabía nadar muy bien y era salvavidas (en verdad no sabía si lo era, jajaja) Me dio una alegría verla dentro del agua, pataleando y a la vez siendo cauta por el mar. Luego subió y me dio las gracias por el apoyo, le respondí, no te preocupes gracias… Cada quién se fue a su sitio, todo cambió a la hora del almuerzo cuando nos juntamos mi grupo con la bella dama del chaleco y su amiga que la acompañaba. Almorzamos rico y luego le dije para ir por la orilla de la playa a tomarnos fotos y charlar un poco. La verdad no recuerdo cuántas fotos nos tomamos, de todos los ángulos y maneras, pero hasta el día de hoy, las tengo como un bello recuerdo. Hasta que llegó la hora de retornar al barco, ya salía con destino al puerto, abordamos y ahora ya todos juntos emprendimos el camino de vuelta, ya aquí pudimos tener un poco más de privacidad para charlar entre nosotros mientras iba cayendo el sol y a la vez las estrellas empezaban a escoltar nuestro camino y teniendo de fondo un atardecer muy bello.
Luego al llegar abordamos el bus de retorno, yo le pedí que se siente conmigo (a la ida ella se sentó adelante con su amiga) y aceptó, al comienzo de este relato les dije que el viaje demoraba más de 2 horas, pues desde que me senté con ella y nos pusimos a conversar, reír y hacer bulla, no me percaté de la hora, pasó rápido, cuando de pronto nos dijeron que ya habíamos llegado a nuestro punto que teníamos que bajar. La verdad no quería hacerlo, así que le dije para encontrarnos más tarde, no sin antes robarle un beso, sí ese primer beso que luego se iba a convertir en una constante expresión de cariño mutuo, hasta el día de hoy.
Bajé del bus y allí en ese vehículo se quedó todo… las risas, las miradas, las charlas, el beso… y alguito más….

















domingo, 31 de mayo de 2020

Federer en Sudamérica

Hace poco me enteré que el gran jugador de Tenis RogerFederer realizaría una gira por Sudamérica, visitando países como Argentina, Chile, Colombia y Ecuador, entonces me pregunté ¿y Perú?, por qué no vino a nuestro país… no podía dejar pasar esta oportunidad de tener al más grande jugador de todos los tiempos a unas horas y decidí que la ciudad de Quito en Ecuador, sería mi punto de encuentro con el ganador de 20 Grand Slam y más de 1000 títulos ATP.  Realicé mi acreditación y alisté mi maleta con mucha emoción.
Realicé un viaje de 2:30 horas aproximadamente, al aterrizar en la ciudad de Quito, pude sentir el cambio de clima muy favorable, que me presagiaba una placentera estadía, la moneda que se utiliza en este país es el dólar, así que un taxi hasta el centro, lugar donde estaba mi hotel me cobró 25 dólares.
El primer día me aclimaté un poco a la ciudad, Quito está a 2800 metros sobre el nivel del mar, tenía que estar con físico para lo que me esperaba, una maratónica cobertura del número 3 del tenis mundial, la cual luego la iba a plasmar en el diario Trome.  Lo primero que hice fue ir a recoger mis credenciales al coliseo “Rumiñahui”, luego ya con hambre, a degustar su gastronomía, casi todos los platillos te los sirven con papas fritas.
Al día siguiente me desperté temprano 6 de la mañana y me enrumbé hacia el monumento de la “Mitad del Mundo”, el cual se ubica a 1 hora del centro de Quito, lugar donde se iba realizar la conferencia de prensa. Cogí un taxi uber y llegué. Había gran expectativa de medios de comunicación por la llegada del tenista Suizo, cuando de pronto hizo su aparición al lado del alemán Alexander Zverev, ingresaron a la conferencia ante la algarabía de los espectadores y periodistas que estábamos allí aguardando por horas.
Alrededor de 30 minutos duró la conferencia de prensa y en eso los organizadores nos invitaron a pasar al otro escenario para la presentación en el monumento de la Mitad del Mundo, cuando ya estaba por retirarme, algo hizo que me detenga y no me vaya, pues había traído un chullo cusqueño desde Perú para regalárselo al tenista. Pero no sabía cómo hacérselo llegar. Cuando de pronto veo que estaban saludando a los periodistas desde un escenario de casi un metro de altura, decidí, burlar la seguridad del evento y acercarme lo más que pude, diciéndole, Roger its for you, a present for Lima- Perú. Im from Perú, Roger no me escuchaba , hasta que de pronto Zverev me vio y se acercó cogió el chullo y lo llamó al suizo, quien con una gran sonrisa se acercó a donde estaba y me abrazó, decidí tomarme una foto para la posteridad. Luego pensando en el futuro me tomé una selfie con el alemán Alexander Zverev, quien en unos años será tan bueno como Federer.
Ya con mi principal objetivo cumplido, terminé la cobertura del evento y pude respirar, y decir, lo logré, logré estar al lado del suizo, al cual solo veía por la televisión en torneos tan lejanos por el viejo continente y otros países. Ahora a almorzar algo rico, que en la noche me esperaba el partido de exhibición.
Con casi 1 hora antes cogí un taxi y me fui al partido, no contaba con el gran tráfico que se iba a presentar por la magnitud del evento, así que a falta de 4 cuadras me bajé y seguí a pie. Cuando logré ingresar y colocarme en mi ubicación, ya pude estar más tranquilo y solo esperar que haga su aparición el maestro Roger Federer, y empiece el partido. Al ser anunciado por los altoparlantes, la algarabía de las 4 tribunas empezaron a desbordarse y un Federer emocionado salía por el túnel levantando la mano derecha saludando al público. Empezaron a calentar y arrancó el partido, una exhibición que tuvo de todo, buenas jugadas, risas y la participación del público que estaba cerca al campo de juego. Y por supuesto la victoria para el suizo por 2-0 sets y su último partido por este continente.
Sin duda una noche mágica e inolvidable en Quito, una noche de la cuál pude ser partícipe y que quedará en mi memoria para toda la vida. Al fin pude retornar a mi hotel luego de más de 2 horas tratando de buscar un taxi que me saque del evento (todos estaban llenos) y poder descansar, para al día siguiente despedirme de esta histórica y colonial ciudad que me recibió por 3 días, con la promesa de un día volver. Y que me permitió conocer a Roger Federer, el más grande tenista de todos los tiempos.


Foto: Luis Antúnez

domingo, 19 de abril de 2020

LA CHICA DE IPANEMA

Niña de cuerpo dorado, del sol de Ipanema, Con su balanceo es todo un poema, la chica más linda que he visto pasar. Y mucha razón tenía Vinicius de Moraes al componer la canción ‘La chica de Ipanema’, ya que me quedé anonadado con la belleza de las mujeres brasileñas que caminan por esta hermosa playa de Ipanema en mi visita a esta bella ciudad de Río de Janeiro, por motivo de celebrarse la Copa América Brasil 2018.
Pero siempre tuve la curiosidad de saber en quién se inspiró de Moraes para componer este bello tema, cantada por grandes músicos brasileños como Joao Gilberto, Caetano Veloso, Gal Costa, el estadounidense Frank Sinatra y la renovada versión de Jarabe de palo. Los pobladores me contaron que la chica de Ipanema tiene nombre propio y se llama  Heloisa Menezes Paes Pinto, esta bella muchacha que siempre pasaba por un bar que frecuentaba Moraes y su amigo Antonio Jobim y quienes al verla le lanzaban una silbada ella como cualquier otra chica conocedora de su atractivo se sentía halagada, pero sin hacerles caso. Lo que ella ignoraba era quién era aquel  atrevido hombre que la piropeaba , no sabía que se trataba de un gran compositor brasileño.
Luego de un tiempo los brasileños se pudieron enterar de quien era la mujer que había inspirado esta famosa canción y la que luego se convirtió en uno de los rostros más conocidos del país, al convertirse en modelo, presentadora de televisión y hasta posó para la famosa revista ‘Play boy’ . Hoy a sus 73 años Heloisa, dueña de una cadena de bikinis llamada ‘garota de ipanema’. De vez en cuando pasa por aquel bar -donde Moraes y Jobim la descubrieron-y que cambió de nombre al de ‘ La chica de Ipanema’ y cada vez que ve el letrero se le viene a la mente aquella canción que la hizo famosa y también, la suerte que tuvo.